sábado, 26 de febrero de 2011

Mientras el destino

Esta calle no tiene final evidente
Los nombres de las mujeres terminan suave
Los cabellos de mi abuelo crecerán lento
Mientras dudo si las olas se acercan a mis pies o se alejan de miedo

Este durazno vacila el esmalte de su atuendo
Los ojos de la muñeca recuerdan para atrás
La mente esboza proyecciones efímeras
Mientras verbalizo lo que pienso y el dibujo se convierte eco

Esta nube viaja torpe al compás de anónimo viento
Los abrazos se dan a acreditados individuos
La mano y la mirada a quien suspiro
Mientras las ruedas giran y a Montevideo me separo y acerco

Esta carta blanca se escribe diciendo
La montaña es clara y el cielo negro
El calor invade cuerpos y el frío penetra huesos
Mientras borro lo que he escrito inmaculadamente lerdo

Sobre la mesa hay un mañana dibujado
La tinta la he reunido de cuantiosos ayeres
El papel es pétalo de cebolla tierna en llantos olvidados
La mirada pincela la vereda. Mientras el destino