martes, 15 de diciembre de 2009

Cuando la nariz me duele

Siento por dentro y mis poros hablan,
El inicio de mi nariz siempre me duele cuando llego a hartarme
Esta tarde hay punzada, quizás no vuelva a mirar tus ojos
Y ellos nunca vuelvan a reflejar los pómulos de mi cara

Mis pies han recorrido una distancia a un punto que no consigo identificar, algunas luces me parecen muy familiares, las sombras lucen renovadas y también observo movimientos extraños.
Mis dedos ya no son iguales, han sido alterados y ahora gritan e hieren incisivamente. Se dirigen a mi piel y calcinan mis anhelos, rozan mis ojos y queman mis frescos párpados...

...no existe concilio

2 comentarios:

Miguel Ángel Ángeles dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Miguel Ángel Ángeles dijo...

Son los concilios hijos del perdón y la dulzura, por eso sanan, por eso vienen y traen paz que refresca. Sólo es cuestión de tiempo y de respiros seguidos...

Abrazo