Que fulguras bella había escuchado
La mayor de todas sin dudar
De tus pieles rosadas y tersas
Ayer a recorrerlas fui invitado
De lejos situé en ti mis ojos
Gastándose los años han quedado
Aún pasando cerca de tus brazos
Resolvía no llegar a tocarlos
Quizás saberte hermosa y tierna
Mis temores había ensanchado
La mirada mía bajaba cohibida
Sin desafiar tu fastuoso rostro
Figura de mujer orgullosa y sobria
Se murmura de ti en todos los barrios
A pocos has tendido las manos
A muchos preferiste ignorarlos
Te recatas con vestidos astrales
Para arropar anhelados secretos
Tú mejor que nadie conoce tus costes
Ninguno ha conseguido descifrarlos
Pómulos de piel celeste ostentas
Labios rojizos que atormentan
A los escasos que contemplar toleras
Para elogiarte, joya nunca en venta
Cuántas rosas habrán quedado muertas
Para cubrir tus murallas de ornamentos
No has olvidado quemar las espinas
Para dejar suaves al caminante las banquetas
Cuántos salmones habrás engañado en la rivera
Para hilvanar tus vestidos, lisonjera
Habrán quedádose desnudos y horrendos
Para hacer lucir por siglos Zacatecas
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