Correveidile que empiezo a escribir
Mensajes de enamoramiento
Esos que lejanos dicen mucho
Con torpeza y deslucimiento
Voces son del alma callada
Tímidos apenas rompen silencios
Correveidile que su nombre
Reaparece como en recuerdos
De noche le observo
Frente al sol le sueño
Acaricio su pelo brillante
Que en desvelos beso
Correveidile sobre mis anhelos
Volar juntos agitando el mar
Sin mojarnos del tiempo
Hundidos en arenas claras
Las olas flotan bajo los cuerpos
Fotografías de fantásticos pigmentos
Correveidile que la espera se abrevia
Iniciaré a destruir el lejos
Andaré pasos largos
Para saciar la avidez más el deseo
De calentarme el alma
Y arrullar terso el cuerpo
Correveidile que ando cerca
Es mi boca quien agasaja su cuello
Delirio mío allana sus entrañas
Correveidile he herido al mensajero
Es mi grito quien le habla
No es la voz del viento
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