miércoles, 28 de octubre de 2009

Un regalo para mi mente

Nuestros pies caminaban por la ciudad
Te llevé a sentirte deshabitado
Intenté gritarte que estás atormentado
Que en este recorrido no vas a ningún lado
Que tu existencia yo la marco paso a paso
Que en la madriguera de tu integridad soy la savia
Y que los hilos de tu acción están en mis manos

Pero reviraste. ¡Ayy, lograste menguarme!
Perversa esa voz que de ti mismo escuchaste
A través de varias albas despertaste
Y no pensaste en el pensamiento, del alma te enteraste
Supiste que en tus entrañas estaba contenida
Y que en lucha he logrado sosegarla
Que la he pisoteado, a ti te he manchado
Y a ella hemos renunciado

Mi atributo no permite despegarme de ti
Intento salirme, pues tus bruscos golpes
han identificado mi blandos blancos
Me sangran y no hay para mi descanso
Dame aquello que viste ese día caminado
Ofrécelo como regalo para esta,
Tu porción que rendiste fragmentando.

…………………………………………………

Mente,
¿Viste aquel monstruo que en el cielo paseaba
el día que me disponías caminando?
Me elevé, asiéndolo entre mis manos
Era ligero, pero tan espeso como el llanto que has provocado
Lo cobijé entre mis palmas
Aunque al final, estirando los brazos te lo he entregado.

Juega con tu regalo, deshazlo y desquebrájalo
La nube que a tu lado te he procurado es tan pesada,
Es amorfa para que de ella hagas pedazos
Que la dejo para ti en la mesita junto a la almohada
Tómala para ti desde la cama en que reposas y te extravías
De la habitación en que te he abandonado

1 comentario:

Miguel Ángel Ángeles dijo...

Da miedo dejar de cobijar eso que a veces creemos latido y que no es otra cosa más que hiel disfrazada de sangre...

dejar ir duele pero es siempre mejor para iniciar vuelos...